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Telmex, banco, Bosques... le expropiaron a Eloy Vallina

Eloy Vallina Lagüera advierte regresión y mesianismo que amenazan al país y relató cómo gobiernos autoritarios le quitaron a su familia Telmex, Bosques de Chihuahua, entre otras empresas.

Por: Redaccion 25 Mayo 2018 16:01

En comunicado que envió a sus amigos y colaboradores lamentó Eloy Vallina que “a veces pienso que los años y la vida no nos han enseñado nada”.

Así que enumeró sus experiencias sobre “las afectaciones y abusos que de manera autocrática se pueden fraguar desde la Presidencia de la República de nuestro México”.

Eloy S. Vallina Lagüera cuenta que su padre Eloy S. Vallina García “creó una serie de empresas que contribuyeron al desarrollo social y productivo del País”.

En 1934 Vallina García fundó Banco Comercial Mexicano, en 1952 Bosques de Chihuahua adquirió 572 mil 171 hectáreas en la Sierra de Chihuahua, de la ‘Mexico North Western Co.’, empresa con sede en Toronto.

En 1954 creó Celulosa de Chihuahua, Pylwood Ponderosa, Viscosa de Chihuahua, Paneles Ponderosa, Papeles Ponderosa y Cartones y Empaques Ponderosa, que dependían para su producción de la madera de Bosques de Chihuahua.

En 1956 compró Teléfonos de México a la (ITT) International Telephone y Telegraph de Estados Unidos y a la Ericsson, empresa sueca, “mexicanizando así esta industria de servicio”, añade en Vallina Lagüera.

Luego comienza a contar cómo los gobiernos “de manera autocrática” expropiaron bienes privados.

“En el sexenio de Díaz Ordaz, 1964-1970, se inician paulatinamente las expropiaciones, en Chihuahua nos fueron expropiados dos ranchos ganaderos en plena producción en las zonas de Casas Grandes y Julimes”.

“Con Luis Echeverría, 1970-1976, se instala una demencial demagogia, el populismo en plenitud y el autoritarismo personalizado y en el uso de esas facultades termina de un solo tajo con la vocación y profesión de la actividad forestal en todo un estado, expropiando los activos de la empresa Bosques de Chihuahua, consistente en una superficie de 256 mil hectáreas, dos aserraderos, un poblado con hospital, iglesia, escuela y casas para todos sus trabajadores. Con esta sola acción se terminó toda la actividad agro-industrial”.

“Cuando pensamos que no podríamos estar peor, un año después de Bosques, nos sorprende Luis Echeverría con otra expropiación de facto y digo de facto porque no hubo ni siquiera un decreto expropiatorio, simplemente nos mandó a su secretario de Hacienda, Hugo B. Margain, para avisarnos que había comprado, con recursos públicos, todos los bonos quirografarios que Teléfonos de México había emitido para financiar su crecimiento y los estaba convirtiendo en acciones comunes violando así la Ley General de Sociedades Mercantiles, tomando control automático de esa empresa que años después el presidente [Carlos] Salinas [de Gortari] ‘privatizaría’”.

“Llega a la presidencia José López Portillo, 1976-1982, otro iluminado que en vez de defender el peso como un perro, toma la ruta trazada por sus antecesores y escoge mejor expropiar la pujante Banca Mexicana como un último acto de expiación por su fracaso económico y Social”.

“Entre este acto de despojo estaba Banco Comercial Mexicano (Comermex) y sus filiales”.

Es así que, según expresa Eloy Vallina Lagüera, “fuimos desposeídos de un patrimonio que costó consolidar 50 años, que estaba en plena producción y que generaba más de 55 mil empleos y creaba progreso y valor agregado para la sociedad en todo el País”.

Aseguró que esos actos “de abuso autoridad” los forzaron a “emprender una ruta azarosa, costosa y frustrante”.

En el comunicado que dirigió a amigos y colaboradores refirió al respecto que “ahora lo que más pesa en mi ánimo es el no querer que mi país sufra una regresión a estos tiempos de las presidencias imperiales que llevadas por la iluminación mesiánica y la impunidad autoritaria se apropian del patrimonio ya generado por otros para después repartirlo a su antojo”.

Puede leer: Ni regresiones ni mesianismos; votemos responsablemente: Eloy Vallina.


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