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*En memoria del profesor Hildeberto Villegas *“La educación tiene al menos un siglo de atraso en México” *Muy politizada pero necesaria la Reforma de Enrique Peña Nieto *Los intelectuales y académicos “debemos promover la cultura” *La caída de “El Pato” en los 80' fue puro intervencionismo político

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Por: Redaccion 04 Marzo 2017 08:32

Hoy recordamos a Hildeberto Villegas, catedrático de la Universidad Autónoma de Chihahua, quien falleció el pasado 28 de febrero. El profesor Villegas fue el primer entrevistado por Manuel Serna para Una entrevista, una anécdota y un cuento, hace cuatro años.

La entrevista:
El filólogo y maestro de Español Superior, Latín y Gramática Histórica de la Lengua Castellana, Hildeberto Villegas aseveró que nuestra nación tiene un rezago de al menos un siglo en materia educativa, por lo que la Reforma planteada por el Gobierno Federal, aunque esté demasiado politizada, es necesaria.
El “Profe” llegó puntual a la entrevista en un restaurante local, vestido cómodamente con una guayabera beige, jeans de mezclilla y guaraches negros; pidió un café con leche y agua mineral, miró fijamente sus bebidas y las intercaló entre sorbos durante toda la conversación.
Con su visión aguda y carácter amable como siempre nos adentramos en la plática de manera gradual, “soy oriundo de Madera y desde muy chico vine a Chihuahua para estudiar en el Seminario Menor, donde inició mi preparación en distintas materias hasta que terminé Filosofía y Teología en Nuevo México”.
Agregó que regresó a la capital y empezó a dar clases en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Chihuahua, que por cierto recordó con orgullo “este año cumple 50 años y lo estamos festejando con diversos eventos que nos llenan de alegría por el amor a nuestro recinto”.
Actualmente está jubilado por la UACH, pero no deja de dar cursos de diversos idiomas y nos adelantó con mucho placer que ya está casi lista la reimpresión del libro “Tratado Sobre la Lengua Vulgar”, del mismísimo Dante Alighieri.
La traducción al español de la obra, la primera que se realizó en todo el mundo, la llevó a cabo junto con su querido amigo y colega el ilustre maestro Federico Ferro Gay, un ícono de la Facultad de Filosofía y Letras, un gran filósofo, ambos fueron apoyados por Carlos Montemayor desde la Ciudad de México.
En un momento el catedrático sintió tristeza al hablar de un recuerdo doloroso que marcó su vida y que nos compartió: “En 1985 sentí en carne propia, y lamentablemente también parte de mi familia, le enorme carga emocional que vivieron grupos estudiantiles y magisteriales durante el conflicto universitario”.
"Ahora nadie puede dudar de que fue la política la que irrumpió en nuestra Alma Mater y que su presencia culminó con la caída del entonces rector Reyes Humberto De las Casas Duarte, mejor conocido como “El Pato”, y que no sólo él y su gente resultaron afectados", indicó.
“Yo trabajaba con Gaspar Gumaro Orozco en Planeación y sin deberla ni temerla un grupo nos agredió y etiquetó de manera errónea, creo que eso es una muestra de cómo la política no debe ni puede llegar a la Universidad, ahora creo que la situación es diferente estamos en paz y la política está afuera", aseveró.
Villegas Méndez lamentó que algo parecido esté pasando la doctora Esther Orozco en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, ya que cuestiones extra académicas y gente ajena a la Institución le están causando mucho daño a esa escuela pública.
Preocupado siempre por el idioma, el maestro Hildeberto nos confesó que siempre ha tratado de hacer observaciones a los medios de comunicación sobre faltas gramaticales y que éstos a su vez lo han invitado a dar cursos de Español a reporteros y editores.
Algunos lo ven como el guardián del idioma y otros hasta lo han invitado a participar; reconoció no sentirse un comunicador y que los respeta mucho, pero admitió que disfruta mucho realizar entrevistas, programas culturales y otras actividades periodísticas.
“A veces cuando estoy haciendo un trabajo periodístico me cuestiono: ¿Dios mío qué estoy haciendo?”, y después ríe con ese carácter jovial que le caracteriza y que nos ha dejado lazos de afecto muy grandes a quienes lo conocemos y hemos tenido la fortuna de haber sido sus alumnos.
Comenta que con Luis Nava se encuentra trabajando en los festejos del Cincuentenario de Filosofía y Letras, cuyos eventos se realizan desde hace meses y advirtió que alguien debe seguir trabajando por la cultura y el arte, para difundir el humanismo y fomentar el pensamiento crítico.
 “Que los intelectuales y académicos sean escudos para proteger el arte, tan menospreciado casi siempre por los gobiernos y los hombres de dinero desde la antigüedad, ya que le dan prioridad a la dominación de los pueblos que al fomento a la cultura, esto es una cuestión dolorosa pero real", sentenció.
"La Reforma Educativa que realiza el Gobierno de la República debe aplicarse pese a haber iniciado con la detención de la profesora Elba Esther Gordillo, creo que la política es necesaria y requiere de una aplicación inmediata en beneficio de todo el país", opinó.
"Una de las grandes fallas del país está en que el retraso educativo alcanza casi un siglo, ya que la última vez que hubo un sistema educativo fortalecido, fue en la época postrevolucionaria y hasta los años 50', cuando se contaba con excelentes maestros. Los niños acudían a la escuela en la mañana y en la tarde y en esos años el que se graduaba de sexto grado salía realizando operaciones matemáticas que hoy no realizan ni en la secundaria y escribían con una ortografía casi perfecta, eso hablaba de la capacidad magisterial de la época", destacó.
Consideró que la elaboración de al menos dos mil copias de libros del Registro Civil de diversos municipios de la entidad que faltaban en el Archivo Central estatal, es una de las actividades no académicas que le han causado satisfacción cuando laboró en esa dependencia.
 
La anécdota:
Durante los años 80', uno de los jefes de la Oficina Central del Registro Civil, el Lic. Ricardo Torres Medina, presentó una iniciativa para que los padres de familia sólo pudieran poner a sus hijos nombres que aparecieran en el Santoral y que fueran bien conocidos o que no causaran perjuicio a los infantes.
Obvio que la propuesta estaba bien fundamentada y contaba con argumentos de peso que la hacían válida, porque existían antecedentes de que un sujeto le puso a su hija “Galáctica 2000”, otro le dio por nombre “Cepillín”, y que incluso uno más extraño intentó llamar su vástago Lucifer, Luzbel o Satanás.
Entonces tratar de evitar esos nombres era algo bien intencionado, al igual el no permitir los números como en el caso de los americanos que se llaman Jhon Second o Peter First, por citar algunos ejemplos o bien alguna característica poco afortunada del individuo como Juan Simplón.
Entonces el Profesor Hildeberto Villegas en un artículo que escribió en una revista de ese tiempo, la cual ya desapareció, daba cierta razón al jefe del Registro Civil, a quien le señalaba que no discutía esos argumentos ya que tenían mucha validez. Pero el "Profe" como buen filólogo, recordaba a Ricardo Torres Medina que él tenía hermanos como Rodolfo, Raúl y Rubén, cuyos nombres provenían del germano y que daban significados alusivos al lobo, “entonces esto se iba a volver una divertida telenovela”, refiriéndose a una que tuvo un gran éxito en esa década.
Además de la broma, el maestro Villegas explicaba que eso quería decir que todos los nombres en su momento tuvieron algo de raro, por lo que no consideraba como justo que se coartara a los padres su legítimo derecho de poner el nombre de su agrado a sus descendientes.
 
El cuento:
Éste me lo contó un hombre muy cercano al exgobernador Óscar Flores:
Se hablaba sobre el tema de elegir candidatos a las presidencias municipales de Chihuahua en pleno Palacio de Gobierno, cuando el que mandaba y despachaba era el gobernador Óscar Flores Sánchez, quien había sido alcalde, director del desaparecido Banrural y secretario de Ganadería.
Algunos apegados a las prácticas priístas del 'dedazo' decían que lo mejor era que el gobernador designara la lista final con la que se debía competir en los comicios, ya que su sabiduría garantizaría el triunfo transparente e inobjetable de la otrora aplanadora tricolor.
El gobernador, quien era muy fuerte de carácter, les explicó que él no iba a imponer a ningún candidato, que sería algo antidemocrático, que significaría tanto como quererles conseguir marido a las hijas y que nadie en su sano juicio podía hacer semejante locura.
No faltó el que le preguntó: "Señor gobernador y si el que quieren las bases del partido resulta malo, un pésimo alcalde, ¿qué vamos a hacer?", se desgarraban las vestiduras y pedían la opinión del que todo lo podía en aquellos tiempos de bonanza para el PRI, y de manera inteligente el Jefe del Ejecutivo les dijo con una mirada pícara: "Yo no puedo imponer candidatos, pero sí puedo nombrar a los suplentes, por si hay que quitar alguno", indicó mientras se botaba de la risa por las miradas de asombro de los demás.

VER: Lamenta UACH muerte del catedrático Hildeberto Villegas



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