Palomas en todos lados pero ¿por qué nunca vemos pichones?

El humano convive desde la prehistoria con esta especie aunque es raro encontrar pichones, y aunque la respuesta es en cierto grado “obvia” si decimos “están en sus nidos”, la incógnita es “por qué permanecen tan aislados”.

La paloma “doméstica”, es decir, la que vive en al ciudad, suele tener sus nidos en cavidades y escondrijos entre edificios, lugares altos, fuera del alcance humano.

Los padres tienen consigo a los pichones hasta que son capaces de sobrevivir por sí mismos, algo que ocurre rápidamente pues entre los 25 y 32 días suelen ser independientes.

Salvo que sea dentro del nido es extremadamente difícil ver un pichón pues los padres son muy protectores y sólo permiten que estos salgan cuando ellos mismos estén posibilitados de volar, como el dicho: “dejarlos volar”.

Lo que sí es fácil de encontrar son las palomas “adolescentes” según menciona investigación de IFLScience, cuando ya tienen plumas crecidas y están casi idénticos a los adultos.

Inclusive los más jóvenes tienen ojos grisáceo en su primeros seis meses de vida que después se tornan rojos o naranjas.