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A 100 años: La Virgen advirtió pérdida de la fe y 2ª Guerra Mundial

Sor Lucía con la estatua de la Virgen María

Por: Redaccion 14 Mayo 2017 10:14

El 13 de mayo se cumplieron cien años de la aparición de la Virgen María en Fátima, Portugal, donde predijo la Segunda Guerra Mundial y la pérdida en el mundo de la fe.

A tres niños pastores la Virgen María les extendió una serie de advertencias que de no cumplir traerían destrucción al mundo, con lo que refirió directamente la Segunda Guerra Mundial y la pérdida de la fe posterior en las naciones.

Las apariciones de la Madre de Dios en Fátima, Portugal en 1917 son consideradas uno de los eventos más significativos del siglo veinte.

La Bienaventurada Virgen María predijo que el Comunismo se esparciría por todo el mundo y que la Segunda Guerra Mundial se verificaría si los hombres se reusaban a dejar sus vidas de pecado.

Nuestra Señora prometió paz para el mundo si los hombres acataban su invitación a la oración, a la penitencia y a la conversión (si enmendaban sus vidas) El mensaje de Fátima fue ignorado tanto por la jerarquía católica como por los fieles (seglares).

Los templos vacíos los primeros sábados, los pocos católicos que rezaban diariamente el rosario, los poquísimos sermones que se dieron sobre el mensaje de Fátima, atestiguan el hecho de que los católicos hicieron caso omiso de las advertencias del cielo.

La Bienaventurada Virgen María se apareció en seis ocasiones en Fátima, Portugal, en el año de 1917. Este poblado se encuentra a 90 millas (135 km) de Lisboa, Portugal. Los tres niños que testificaron las apariciones fueron Lucía Dos Santos (10 años), Francisco Marto (9 años) y Jacinta Marto (7 años).

Resumen de las apariciones
Los videntes: dos hermanos de 9 y 7 años, Francisco y Jacinta Marto; y su prima de 10 años, Lucía Dos Santos. En la zona rural de Portugal  estaba ausente el conocimiento teológico e histórico del mundo.

La recopilación de las Apariciones de Nuestra Señora de Fátima está tomada del libro Mother of Christ Crusade. (La Cruzada de la Madre de Cristo).

13 de mayo, 1917, “No temáis, no voy a haceros daño. Vengo del Cielo. Os pido que vengáis aquí los día trece de cada mes. Luego os diré quién soy y lo que deseo. Rezad el rosario todos los días para obtener la paz en el mundo y el fin de la guerra”.

13 de junio, 1917. La Santísima Virgen se apareció a los tres niños por la tarde. Setenta personas se habían reunido. Nuestra Señora pide que se rece la oración: “Oh Jesús, perdonad nuestros pecados…” al final de cada decena del rosario. Dios quiere establecer en el mundo la devoción al Inmaculado Corazón de María.”

13 de julio, 1917. “Sacrificaos por los pecadores; y decid con frecuencia, especialmente mientras se realiza algún sacrificio: ‘Mi Jesús, es por Tu amor, por la conversión de los pecadores y en reparación por los pecados cometidos contra el Inmaculado Corazón de María.”

Entonces los niños tuvieron la visión del infierno. A esta visión se le conoce como el primer secreto de Fátima.

“Vimos como un mar de fuego, e inmersos en aquellas llamas demonios y almas con figura humana, como si se fuesen brasas transparentes, negras o bronceadas que flotaban en el incendio mientras las llamas las hacían oscilar mezclándose con las nubes de humo, caían a los costados, al igual que lo hacen las chispas en los grandes incendios, pero sin peso o equilibrio, en medio de gritos y lamentos que horrorizaban y  nos estremecían de terror.

Distinguíamos a los demonios por sus horribles y asquerosas figuras de animales espantosos y desconocidos, pero transparentes como los negros carbones que arden en una fogata.”

María se dirigió a los niños con estas palabras:
“Habéis visto el infierno a donde las almas de los pobres pecadores van. Para salvarlos (a otras almas), Dios quiere establecer por todo el mundo la devoción a mi Inmaculado Corazón.”

“Si hacen lo que os pido, muchas almas se salvarán y habrá paz. La guerra terminará. Pero si no dejáis de ofender a Dios, se desatará otra guerra peor durante el reinado de Pío XI.

Cuando vieres una luz desconocida, sabréis que éste es el signo de que Dios castigará al mundo. Para impedir esto,  pido la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión en reparación los cinco primeros sábados.”

La luz desconocida fue vista en todo el mundo el 25 de enero de 1938, momento en que España estaba en Guerra Civil y con la Segunda Guerra Mundial a punto de estallar.

La luz vista en el mundo el 25 de enero de 1938. En España, como un aurora roja

El “Milagro del Sol” fue presenciado por 70 mil personas, tanto creyentes como ateos. Lo que ocurrió aquel día nunca se olvidaría. El sol comenzó a girar violentamente, emitiendo los colores del arcoíris.

De pronto, el sol salió de su órbita y comenzó su descenso hacia la tierra, despidiendo un intenso calor. La multitud estaba absolutamente aterrada. Miles se arrodillaron mientras que otros se postraron en tierra rogando a Dios que se apiadase.


Cuando la aterrorizada multitud levantó de nuevo los ojos al cielo vieron que el sol regresaba a su posición original. Para su sorpresa se hallaron completamente secos al igual que el suelo que unos minutos antes se había anegado. Este milagro prueba la veracidad de las apariciones.


Los niños no vieron este prodigio, en cambio vieron a Cristo y a San José bendiciendo al mundo; y las advocaciones de Nuestra Señora del Carmen y de la Soledad aparecieron ante sus ojos.


El periódico portugués O Seculo consignó estos eventos de la siguiente manera:
“Fuimos testigos de un espectáculo único e increíble…. El sol parecía un disco de plata… no calienta, no deslumbra. Alguno podría decir que ha ocurrido un eclipse, pero se escucha el grito: ¡Milagro!, ¡Milagro!
Ante los ojos atónitos de la multitud.

La actitud de la gente nos transportó a tiempos bíblicos, pálidos de temor, con las cabezas descubiertas miraban hacia la bóveda celeste, el sol tiembla, hace movimientos abruptos, algo nunca antes visto,  desafiando las leyes del cosmos, el sol “comenzó a danzar” como dicen los campesinos… Solamente una cosa queda por hacer, es decir, que los científicos expliquen desde los altos niveles de sus conocimientos y aprendizaje, la fantástica danza del sol, que todavía en Fátima arranca de los corazones de los fieles un “Hosanna”; y  que personas allegadas a mí aseguran, ha impresionado incluso a los librepensadores que habían llegado al hasta el ahora célebre lugar.”

El prodigio también fue atestiguado por personas de los distritos aledaños. El poeta Alfonso Lopes Viera estaba en Sao Pedro de Muel, un pueblo del Océano Atlántico.

"Aquel día, el 13 de octubre de 1917, sin recordar las predicciones de los niños, fui encantado por el más notable espectáculo del cielo, de una clase que nunca antes vi, lo observé desde esta terraza.”

Sus parientes también presenciaron el espectáculo. Todo el pueblo de Alburitel testificó "el milagro del sol", aunque la villa se encuentra  a 20 kilómetros de Fátima.

Lo que sigue es un relato de un testigo ocular, el padre Inacio Lourenço:
“Me siento incapaz de describir lo que vi y sentí. Miré fijamente al sol, el cual se miraba pálido y no dañaba los ojos. Parecía una bola de nieve, girando en sí misma, ésta, de repente, pareció bajar en zig- zag hacia la tierra de forma amenazante. Aterrado corrí a esconderme entre la gente que sollozaba y esperaba que el mundo acabase en cualquier momento. Durante este largo rato que duró el prodigio solar, los objetos que nos rodeaban se tornaron en los colores del arcoíris.”

El 20 de febrero, 1920 Nuestra Señora se apareció a Jacinta en el hospital de Lisboa, Portugal. Jacinta relata lo siguiente a la Madre Godinho:

“Los pecados que más almas arrastran al infierno son los de la carne. Ciertas modas se introducirán ofendiendo mucho a Nuestro Señor….   Si las personas supieran lo que es la eternidad harían cualquier cosa para cambiar sus vidas. Las personas pierden su alma porque no meditan en la muerte de Nuestro Señor y no hacen penitencia. Muchos matrimonios no son buenos; no agradan a Nuestro Señor y no son de Dios.”

13 de junio de 1929, Sor Lucía tuvo una visión de la Santísima Trinidad y de  Nuestra Señora de Fátima en la capilla del convento de las doroteas en Tuy, España. Su confesor, el padre Goncalves le ordenó que escribiera el mensaje recibido. Nuestra Señora dijo: “Ha llegado el momento en que Dios pide que el Santo Padre, en unión con todos los obispos del mundo, consagre  Rusia a mi Inmaculado Corazón, prometiendo salvarla por este medio.

Son muchas las almas que la justicia de Dios condena por pecados cometidos contra Mí, que vengo a pedir reparación: sacrifícate y reza.”
Nuestro Señor dijo:

“No han querido atender mi petición… Al igual que el rey de Francia se arrepentirán, y la harán, pero ya será tarde. Rusia habrá esparcido sus errores por el mundo, provocando guerras y persecuciones a la Iglesia: el Santo Padre tendrá  que sufrir mucho.”   

La visión del infierno y la devoción al Inmaculado Corazón de María son conocidas como el primero y segundo secretos de Fátima.

Aprobación Eclesiástica

Las apariciones reciben formal y oficialmente la aprobación de la Iglesia el 13 de octubre de 1930 por medio del obispo de Fátima.

El Papa Pío XII dijo:

“El tiempo de la duda sobre Fátima ha terminado. Ha llegado la hora de la acción.”

El mensaje de Fátima consiste en la petición de María a rezar con devoción el rosario diariamente, en renunciar a la vida mundana y en hacer penitencia en reparación por los pecados cometidos. Si el mensaje se cumplía, Nuestra Señora prometió paz para el mundo. Si sus ruegos eran ignorados, sobrevendrían guerras. El mensaje de Fátima no es nada nuevo. Trata de la práctica del mensaje evangélico.

Los pecados del mundo claman al cielo por venganza. La Santísima Virgen María, como Madre amorosa, intercede por nosotros y nos advierte el peligro de estos tiempos. Sigamos sus urgentes súplicas y recemos diariamente el rosario para conseguir las luces en estos tiempos de confusión y oscuridad. El tercer secreto de Fátima, que no ha sido aún revelado, definitivamente arroja luz en la presente situación mundial.

El Tercer Secreto de Fátima

Existe un gran interés en conocer el tercer secreto de Fátima. Este aún no se ha revelado al mundo. Sin embargo, podemos suponer su contenido evaluando las notas y correspondencia de sor Lucía. Esto se considera una revelación privada y debe contener un serio mensaje para el mundo ya que se debió hacer público en 1960. Ha recibido gran notoriedad por todo el orbe debido al esfuerzo concertado de los cuatro últimos papas en ocultarlo.

Diciembre, 1941. Sor Lucía añade las siguientes palabras al segundo secreto de Fátima: “En Portugal se conservará siempre el dogma de la Fe…”.

Si en Portugal se conservará siempre el dogma de la fe… se deduce claramente que en otras partes de la Iglesia estos dogmas serán oscurecidos o incluso, perdidos por completo.”

3-4 de Febrero de 1946. El Padre Jongen preguntó a sor Lucía sobre el tercer secreto de Fátima.

“Usted ha dado a conocer dos partes del secreto. ¿Cuándo llegará el momento de la tercera parte?”

Ella respondió:

“He comunicado la tercera parte en una carta dirigida al obispo de Leiria, pero, no puede ser descubierto antes de 1960.”

El Cardenal Ottaviani visitó a sor Lucía en Coímbra el 17 de mayo de 1955 y le preguntó:

“¿Por qué esperar hasta 1960?”

La hermana contestó:

“Porque entonces será más claro.”

Este fue exactamente el año en que Juan XXIII implementó los cambios en la liturgia y que han causado grandes estragos en la Iglesia. Alguno se preguntará si esta es la razón por la que Nuestra Señora eligió el año de 1960 y la razón del silencio de los recientes pontífices respecto a revelar el tercer secreto de Fátima.

El Cardenal Cerejeira de la diócesis de Leiria en Portugal, dijo:

“Si fuera algo venturoso, ya se nos habría dicho. Ya que no se nos ha dicho nada, debe tratarse de algo triste.”

El tercer secreto debió haberse revelado en 1960 y aún no se ha dado a conocer. Juan XXIII ignoró la solicitud de Nuestra Señora. Pablo VI lo leyó y ordenó al Cardenal Ottaviani que anunciará al mundo que el secreto no sería revelado. Juan Pablo II no divulgará lo que entraña el secreto y solamente dijo que se rezara el Rosario.

Al ser cuestionada (por el P. Agustín Fuentes) sobre las palabras del tercer secreto, Sor Lucía dijo: “Se encuentran en el Evangelio y en el Apocalipsis. Leedlos”.

El R.P. Agustín Fuentes Anguiano fue relevado de la postulación para la beatificación de Jacinta y de Francisco Marto tras revelar comentarios de Sor Lucía.

Sor Lucía se refiere en particular a los capítulos VIII y XIII del Apocalipsis. Sor Lucía dijo:

“Padre, la Santísima Virgen está muy triste porque nadie ha puesto atención a su mensaje, ni los buenos ni los malos. Los buenos continúan con sus vidas sin darle importancia a su mensaje. Los malos no ven el castigo de Dios que recae actualmente sobre ellos, siguen su vida de pecado sin interesarse sobre el mensaje. Pero créame Padre, Dios castigará al mundo y será de una manera terrible. El castigo del Cielo es inminente”.

“Dígales Padre, que muchas veces, la Santísima Virgen nos dijo a mis primos Francisco, Jacinta y a mí, que muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra”. Ella dijo que Rusia sería el instrumento elegido por el Cielo para castigar al mundo entero si ellos de antemano no obtienen la conversión de aquella pobre nación. “Padre, mi misión no es hablar sobre los castigos materiales que se avecinan sobre el mundo, si previamente no se hace penitencia. ¡No! Mi misión es indicar a todos del inminente peligro en que estamos de perder nuestras almas para toda la eternidad si permanecemos obstinados en el pecado… El demonio usa todo su poder para distraernos y alejarnos de la oración.”

“Padre, el demonio está en el punto más álgido en la batalla decisiva contra la Virgen Bendita, y sabe qué es lo que más ofende a Dios; sabe que le queda muy poco tiempo para arrebatarle el mayor número de almas.

La Santísima Virgen me ha hecho comprender que estamos viviendo los últimos tiempos del mundo. Me ha dicho que el demonio está librando la batalla decisiva, y que una batalla decisiva significa la batalla final, donde un lado obtendrá la victoria y el otro será derrotado.  

Por lo tanto, desde ahora debemos elegir el bando. Si somos de Dios o si pertenecemos al demonio. No existe otra posibilidad.”  

El obispo Venancio de Fátima escribió una carta pastoral el 25 de julio de 1966, que decía las siguientes líneas:

“Fátima no ha dicho su última palabra... Fátima no se reduce a profecías sensacionalistas de guerras aterradoras…. Afirmamos que es más que eso.”

Él luego habló de los tremendos acontecimientos dentro de la Iglesia Católica que están causando tales estragos y la pérdida de la Fe.

En 1976, el padre Alonso escribió en su libro, El Secreto de Fátima, Hecho y Leyenda, lo siguiente:

“Por lo tanto, es completamente probable  que el texto (del tercer secreto) haga referencias concretas a la crisis de Fe dentro de la Iglesia y de la negligencia de sus propios pastores.”

El 4 de abril de 1970, Sor Lucía le escribe a su sobrino sacerdote: “Es necesario para este propósito, no dejarse llevar por doctrinas confusas que desorientan…. La campaña es diabólica.  Es nuestro deber defender la verdad…. Debemos rezar el rosario todos los días. Ésta es la oración que Nuestra Señora más recomendó, como si nos armara de antemano, previendo  estos días de diabólica campaña. El demonio sabe que nos salvaremos por medio de la oración.

Por ello dirige su campaña contra éste (el Rosario) para destruirnos.”

El 16 de septiembre de 1970 Sor Lucía dirigió a la Madre Martins estas palabras:

“… Es muy doloroso ver la gran desorientación,  y en ella a muchas personas ocupando puestos de responsabilidad… es que el demonio ha tenido éxito al infiltrar el mal bajo la cubierta de bien y los ciegos se han convertido en guías de otros, tal como el Señor nos lo dijo en Su evangelio, y dejando que las almas sean engañadas.

Gustosamente me sacrifico y ofrezco mi vida a Dios para que haya paz en Su Iglesia, por los sacerdotes y por todas las almas consagradas especialmente por aquellos que están engañados y extraviados.”

El 10 de septiembre de 1984 el obispo de Leiria, Fátima, Alberto Cosme do Amaral dijo: “La pérdida de la Fe en un continente es peor que la aniquilación de una nación; y ciertamente, esta Fe está menguando en Europa”.

El Santo RosarioSanto Domingo de Guzmán

La Madre de Dios, en una aparición a Santo Domingo le enseñó a rezar el Rosario, en el año 1208. Le dijo que propagara esta devoción y la utilizara como arma poderosa en contra de los enemigos de la Fe.

El Rosario no es la oración monótona y aburrida que muchos podrían imaginar. Es una verdadera mina de oro. El problema es que mucha gente solamente ve la parte externa, y no aprovecha la hondura del rosario ni consigue extraer las abundantes riquezas de dicha fuente. Este debe ser comprendido de manera correcta con el fin de apreciarlo en su totalidad.

Ésta es una oración basada en la Escritura, de donde se han extraído el Padre Nuestro y el Ave María. Sin embargo, el Rosario va más allá de recitar solamente las oraciones. Nos remonta en la historia y nos ayuda a contemplar los maravillosos ejemplos de Jesús y María.

A través de los ojos de la fe podemos, además, ser testigos de los magníficos que se verificaron en Nazareth, Belén y Jerusalén hace casi 2000 años. Nuestras vidas pueden ser moldeadas y elevadas bajo el modelo que vemos en la Sagrada Familia.

Cuando lo vemos bajo esta luz, no es tedioso ni aburrido. Es como aventurarse a una nueva frontera que necesita ser explorada. San Luis de Montfort explica bellamente el Rosario en su libro El Secreto Admirable del Sacratísimo Rosario:  

“El Rosario consta de dos cosas: la oración mental y la oración vocal. En la oración mental del Santo Rosario no se hace otra que meditar sobre los principales misterios de la vida, muerte, resurrección de Jesucristo y de su bendita madre. La oración vocal consiste en decir quince decenas del Ave María, cada decena encabezada por un Padre Nuestro, mientras se contemplan y meditan las quince principales virtudes.”

“Ya que el Santo Rosario está compuesto principalmente y en sustancia de la oración de Cristo y la Salutación Angélica, es decir, el Padre Nuestro y el Ave María, es la principal oración de los fieles, usada a través de los siglos, desde los apóstoles y los discípulos hasta el presente.

No obstante, fue en el año 1214 que la Santa Madre Iglesia admitió al Rosario en su forma actual y de acuerdo con el método que usamos hoy día. Fue dado a la Iglesia por Santo Domingo, quien lo recibió de la Virgen Bendita, como un poderoso medio para convertir a los albigenses y otros pecadores.”

El Papa León XIII alaba al Rosario en estas palabras:

“La oración de que hablamos recibió el nombre especial de Rosario, como si imitase el suave aroma de las rosas y la belleza de los floridos ramilletes. Tan propia como es para honrar a la Virgen, llamada Rosa mística del Paraíso, y coronada de brillante diadema, como Reina del Universo, …

Debe renovarse religiosamente esa costumbre de nuestros mayores; en las familias cristianas, en la ciudad y en el campo, al finalizar el día y concluir sus rudos trabajos, reúnanse ante la imagen de la Virgen y se rezaba una parte del Rosario. Vivamente interesada por esta piedad filial y común, María, como la madre al hijo, protegía a estas familias y les concedía los beneficios de la paz doméstica, que era presagio celestial… Esa asociación de rezos y alabanzas a María tiene mucho de tierno y saludable para las almas.”

Pío XII dijo: “Dejad que el Santo Rosario ocupe de nuevo el  más elevado sitio de honor entre vosotros ya que es la síntesis de todo el Evangelio, meditación de los misterios del Señor, guirnalda de rosas, himnos de alabanza, plegaria doméstica, norma de vida cristiana, garantía cierta del poder divino y apoyo y defensa de nuestra esperada salvación.

Bajo su guía obtendréis la virtud de vuestros ancestros— es el guardián fidelísimo de la  vida honesta — dejad que florezca de nuevo entre vosotros la esperanza de un mundo mejor.”

Las siguientes observaciones hechas por Sor Lucía y los Papas con el fin de transmitir la importancia y belleza del Rosario.

El Papa León XIII en su Encíclica Iucunda Semper escribió:

“La virtud del Rosario es tal, que quienes lo recitan adquieren la plena confianza de que son escuchados a la vez que es capaz de suscitar en el corazón de la Virgen la piedad hacia nosotros. Ciertamente le complace en gran medida vernos y escucharnos mientras entrelazamos la corona de las más devotas súplicas y bellas alabanzas”

El Papa Benedicto XV dijo:

“Siempre he rezado el rosario grupalmente con las personas con las que he vivido. Incluso hoy, al finalizar el día cuando el trabajo está hecho, nos reunimos en mi capilla privada, y al unísono rezamos las cuentas para Nuestra Señora.”

El Papa Pío IX dijo:

“Decid a vuestros fieles que el Papa no está satisfecho con solo bendecir los rosarios, que Él reza su Rosario todos los días e invita a los niños a hacer lo mismo.”

El Papa Pío XI escribió en Ingravescentibus Malis:

“Nuestro siglo, en su soberbia, se mofa y rechaza el Santo Rosario, en cambio, una innumerable muchedumbre de los hombres más santos de toda edad y de toda condición, lo han estimado siempre, lo han rezado con gran devoción, y en todo momento lo han usado como arma poderosísima para ahuyentar a los demonios, para conservar íntegra la vida, para adquirir más fácilmente la virtud, en una palabra, para la consecución de la verdadera paz entre los hombres.”

El Papa Pío XII escribió en la Encíclica Ingruentium Malorum:

“Y es Nuestro deseo especial que sea en el seno de las familias donde la práctica del santo Rosario, poco a poco y por doquier, vuelva a florecer, se observe religiosamente y cada día alcance mayor desarrollo. Pues vano será, ciertamente, empeñarse en buscar remedios a la continua decadencia de la vida pública, si la sociedad doméstica -principio y fundamento de toda la humana sociedad- no se ajusta diligentemente a la norma del Evangelio”

Habla Sor Lucía sobre el Santo Rosario

La última sobreviviente de Fátima, Sor Lucía insiste sobre la importancia del Rosario con estas palabras:

“… la Santísima Virgen en estos últimos tiempos que vivimos, ha concedido gran eficacia al rezo del Rosario, hasta tal punto que no existe problema alguno, no importa cuán difícil sea; ya sea temporal, pero, sobre todo de índole espiritual, en la vida particular, o familiar, de las familias, del mundo entero, o de comunidades religiosas, incluso de las vidas de los pueblos y naciones; que no pueda ser resuelto por medio del Santo Rosario… con el Santo Rosario consolaremos a Nuestro Señor y obtendremos la salvación para muchas almas”.

La presente obra es en conmemoración al centenario de la aparición de nuestra Señora del Rosario en Fátima, Portugal a los tres pastorcitos.

Es necesario conocer y aceptar la crítica situación en que se encuentra el mundo y que nuestra Madre enviada por Dios vino a auxiliarnos en nuestras necesidades.

El texto está tomado del libro “What Has Happened to the Catholic Church?” (¿Qué le ha sucedido a la Iglesia Católica?) de Dominic Radecki y Francisco Radecki, pertenecientes a la CMRI (Congregatio Mariae Reginae Immaculatae).

“Al final mi Inmaculado Corazón triunfará”

-Virgen en Fátima, Año del Señor de 1917-

“Si atienden mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz. Si no, Rusia esparcirá sus errores por el mundo, provocando guerras y persecuciones a la Iglesia; los buenos serán martirizados, el Santo Padre tendrá mucho que sufrir, varias naciones serán aniquiladas. Al final mi Inmaculado corazón triunfará.

El Santo Padre me consagrará Rusia, que se convertirá, y al mundo se le concederá un periodo de paz.“

13 de agosto, 1917 El alcalde de Ourem arrestó a los niños mientras quince mil personas habían acudido a Cova Da Iria. Los que estaban en la cova vieron varios acontecimientos sobrenaturales aunque los niños no estuviesen presentes.

19 de agosto, 1917 Nuestra Señora se apareció a los niños en Valinhos, un pequeño pueblo cerca de Fátima y les dijo que rezaran el rosario todos los días.

“En octubre realizaré un milagro para que todos crean…. ¡Rezad! Rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, muchas almas van al infierno por no tener quien rece y haga sacrificios por ellas.”

13 de septiembre, 1917 Treinta mil personas se reunieron en el sitio de las apariciones. Nuestra Señora dijo:

“Continuad rezando el rosario, hijitos míos. Hacedlo todos los días para que cese la guerra”.

13 de octubre, 1917 Los detalles de esta aparición y del consiguiente milagro quedaron registrados en los periódicos O Dia y O Seculo y  por otros corresponsales de noticias.

Comenzó a llover a las 10:00 a.m. y continuó cayendo un torrencial aguacero toda la mañana. Las setenta mil personas  presentes estaban llenas de lodo. La Santísima Virgen pidió que se construyera una capilla y añadió: “Soy la Virgen del Rosario”. Entonces Lucía pidió a la Señora que curase a ciertas personas. Nuestra Señora respondió: “Ellos deberán enmendar sus vidas, y pedir perdón por sus pecados. No deben ofender más a Nuestro Señor, ya se le ha ofendido mucho”.

O seculo


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