Después de salvar las votaciones del Presupuesto Participativo, Roberto Mora no tuvo tiempo de salir de vacaciones, porque ya estaba organizando el foro Diálogos para la Planeación en donde se contempla el futuro de la ciudad para el 2040.

Y seque Roberto Mora la volvió a hacer, a pesar de la época vacacional, llenó el Centro Profesional de Ingenieros y Arquitecto (CEPIA) para discutir, el uso de suelo; Infraestructura; Medio Ambiente; Espacio público; Aspectos socioeconómicos; Equipamiento; y Movilidad.

Pero sobre todo que el Presidente Municipal, Cruz Pérez Cuéllar volvió a ver qué tiene buen nivel de convocatoria y por supuesto lo reconoció.

Así qué Mora quiere seguir en el IMIP.

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Luego de la buena noticia y reconocimiento por la millonaria inversión que logró concretar la gobernadora, Maru Campos en Ciudad Juárez, ahora sí viene lo bueno… todos a trabajar.

El anuncio viene con muchos compromisos que tendrá que sortear Manque Manquero, Cruz Pérez Cuéllar, Sergio Nevárez, pero sobre todo Javier González Mocken.

Las 50 mil nuevas plazas anunciadas obligará a poner puntual atención en el desarrollo de plan de estudios vocacionales que permita dotar de recurso humano a la futura industria.

A eso le sumamos los más de 24 mil vacantes que tiene actualmente el sector y que a pesar de que pueda existir el arribo de personas de otros estados, deben de entrar a un plan educativo.

Así que las cosas que vienen atrás del acuerdo vendrá a poner a chambear al equipo… ¿a poco no podrán?

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Vaya ramalazo que sufrieron los aspirantes a la dirigencia estatal de Morena en Chihuahua.

Estaban más que apuntados Eliel García, Miguel Ángel Colunga, Omar Holguín, Ulises García Soto y José Sarmiento.

Además se barajaban otros nombres a los que les podía caer el puesto de rebote.

Sin embargo en CDMX, donde obviamente se toman las decisiones de Morena, ordenaron de un plumazo que Chihuahua fuera para la cuota de género y una mujer encabece la dirigencia estatal.

Golpe en seco, varios de ellos trabajaron durante meses, corretearon la liebre, pero… Otras la alcanzan.

Sin llorar, pues.