“Toca mujer” en gubernatura es mito, no regla: Jácquez y Rascón
Los expertos en derecho electoral Adrián Jacquez Flores y Roberto Rascón coincidieron en que la afirmación de que en Chihuahua “por fuerza” debe postularse a una mujer para la gubernatura no está sostenida en la ley.Para ambos, esa idea se explica más por desconocimiento normativo o por narrativas interesadas que buscan inclinar el tablero político.
Por: Redacción 15 Septiembre 2025 15:40
En entrevista para tiempo.com.mx y puentelibre.mx, los especialistas en derecho electoral comentaron que los partidos políticos que ya postularon mujer con anterioridad a la gubernatura no podrían estar "obligados" a repetir, pues ya demostraron que se comprometieron con la llegada de las mujeres a puestos de alto nivel.
Jacquez fue enfático: la paridad en gubernaturas es una obligación nacional para los partidos en su conjunto, no una cremallera estatal que imponga alternancia automática mujer–hombre en cada entidad. En su lectura, los comités ejecutivos nacionales definen dónde postulan a mujeres u hombres para cumplir el 50/50, pero no existe un mandato que obligue a que Chihuahua “tenga que” llevar candidata en la siguiente elección. “En el estado —añadió— ya contamos con reglas claras de paridad efectiva y bloques de competitividad que evitan relegar a mujeres a posiciones perdedoras; ese andamiaje está en la ley local y no deriva de las recientes elecciones judiciales”.
Rascón coincidió en el diagnóstico y recordó los precedentes de la Sala Superior que empujaron la paridad en gubernaturas a nivel nacional. Esos criterios, señaló, no se traducen en una imposición de género por estado ni en una alternancia obligatoria en Chihuahua. También subrayó que la distribución paritaria se resuelve al interior de cada partido, sin mapas “rosas y azules” predefinidos por supuestas teorías conspirativas. “Para alcaldías y diputaciones locales —agregó— Chihuahua opera desde 2016 con bloques de alta, media y baja competitividad, lo que obliga a repartir mujeres y hombres en condiciones reales de competencia. Por eso aquí las reglas no son sorpresa”.
Sobre el ruido provocado por la elección judicial —incluidos casos en los que se ajustaron integraciones porque las mujeres superaron a los hombres en votos— ambos especialistas pidieron no confundir planos. Jacquez sostuvo que fue un proceso “precipitado, con reglas cambiantes y baja participación”, cuyo desenlace “no ofrece lecciones trasladables” a las elecciones constitucionales de 2027. Rascón coincidió en que la implementación “fast track” restó certeza a candidaturas y autoridades, y que la legitimidad social se resintió por la escasa afluencia a las urnas. Ninguno ve, pues, una obligación automática que, por esos episodios, arrastre a Chihuahua a postular mujer en la gubernatura.
Sobre la reforma electoral que se discute a nivel federal. Jacquez advirtió sobre iniciativas recentralizadoras que, a su juicio, “inclinan la mesa” y ponen en riesgo el federalismo y la autonomía de institutos y tribunales locales. Pidió volver a la ruta de reformas construidas con diálogo multipartidista, como ocurrió en las grandes modificaciones de las últimas décadas. Rascón, por su parte, propuso fortalecer a las autoridades electorales locales y cuestionó el “centralismo disfrazado” que dejó la reforma de 2014. En su visión, no debe desmantelarse la arquitectura federal: “la confianza se construye cerca de la ciudadanía, no desde el control remoto”.
De cara a 2027, el mensaje convergente de los entrevistados es nítido: paridad sí, imposiciones no. Los partidos deberán cumplir el 50/50 en el conjunto nacional de gubernaturas y, en Chihuahua, seguirán aplicándose los bloques de competitividad ya conocidos. La decisión final sobre quién encabeza cada candidatura se definirá dentro de cada partido, con reglas claras y previas, no con lecturas convenencieras ni “creencias” de que “toca mujer” por decreto.


