Palomas pudieron terminar la 2ª Guerra Mundial con touch screen

El Proyecto Pichón era sencillo: entrenar palomas para que picotearan con precisión las pantallas que cargaban unos planeadores, con la capacidad de soltar bombas de casi media tonelad.

El fin de usar palomas y pantallas táctiles era enviarlas a misiones peligrosas a poca altura para que lanzaran sobre objetivos claves bombas de alto poder destructivo.

Burrhus Frederic Skinner, uno de los padres del conductismo psicológico, y el premio Nobel en Fisiología, el ruso Iván Pávlov, entrenaron palomas para desarrollar el “condicionamiento operante”.

Era una práctica para promover que los animales actuaran a partir de señalas en el entorno.

En el Proyecto Pichón, el psicólogo Skinner entrenó a las aves para que comieran semillas sobre las pantallas que mostraban a su vez imágenes de video de las zonas de batalla.

Aumentaba gradualmente las recompensas de los pájaros para que picotearan furiosamente un imagen cuando se movía, es decir, para lanzar bombas cuando volaran por ciertas zonas.

El sistema de sensores de las pantallas transmitía la “orden” de la paloma para guiar las bombas.

El sistema en pruebas fue perfecto, según reportan medios internacionales, pero la Marina de Estados Unidos no quiso confiar costosos equipos y trabajos para que dependieran de los instintos de las palomas, así que nunca llegaron al campo de batalla.

En 1944 finalmente terminaron el proyecto pero su uso pudo darle a los Aliados y a los comunistas una gran ventaja en el combate ante el feroz Ejército de la Alemania Nazi y los otros miembros del Eje.