¿Por qué ocurrió la matanza de chinos por la que AMLO se disculpará?

El ataque costó la vida de 303 chinos asentados en Torreón, Coahuila, quienes fueron asesinados por rebeldes y pobladores de dicha ciudad. 

Los chinos comenzaron a llegar a Torreón a finales del siglo XIX, cuando uno de los más prósperos comerciantes del lugar, Foon Chuck, adquirió una gran huerta en donde ofrecía exclusivamente trabajo para sus paisanos.

Para el año 1901, la colonia China, conformada en ese entonces por 600 integrantes, estaba a la vista de los habitantes de Torreón, quienes además tenían muchas propiedades y negocios en la ciudad. 

A principios de mayo de 1911 los ejércitos revolucionarios habían tomado varias ciudades de Coahuila, y se dirigían hacia Torreón, en donde los esperaban 700 soldados de Porfirio Díaz, bajo el mando de Benjamín Agumedo. 

Foon Chuck, dueño ya de una compañía bancaria y de Tranvías Wah Yick, hizo circular un folleto “en chino”, en el que prevenía a su comunidad del peligro, pidiéndoles que se encerraran en sus casas y no opusieran resistencia al eventual saqueo de sus propiedades. 

A las 10 de la mañana del 13 de mayo, los maderistas abrieron fuego contra la ciudad y los federales, quienes respondieron con fuego desde las azoteas de los edificios, en su mayoría, propiedad de los chinos. 

Al paso de las horas, lo más de 2 mil revolucionario habían hecho que los 700 federales abandonaran la plaza y a la población. 

Tras esto los rebeldes irrumpieron en las huertas chinas y forzaron a las familias a darles alimentos y agua, para después sacarlos de su casas y matarlos a tiros.

Solo ese día fueron asesinados 84 chinos, pero la matanza no quedó ahí, sino que continuó en días posteriores.

El 15 de mayo, los federales habían abandonado completamente Torreón, por lo que los revolucionarios continuaron con la matanza y saqueo de las propiedades de la comunidad china, apoyados por la misma gente de la comunidad, según explican los historiadores. 

Para las 10 de la mañana del mismo días, ya habían muerto la mayor parte de los chinos, que en total sumaron 303. Pudieron haber llegado a más si no hubieran llegado altos mandos maderistas para ordenar que detuvieran la matanza. 

El coronel maderista, Benjamín Argumedo, quien dirigía a los revolucionarios, admitió un mes después, ante un juez militar que él mismo había dado la orden de matar a los chinos, alegado que en su defensa los chinos lo habían recibido con tiros.