2024 fue la borrachera económica; pagamos la cruda

Enrique Quintana, columnista del medio El Financiero, explicó que el gasto programable aumentó 8.9% el año anterior, principalmente en subsidios y transferencias, lo que significó 185 mil millones de pesos adicionales respecto al año anterior.

Esto provocó de forma directa que el déficit público se disparara 51.2%, elevándose hasta los 644 mil millones de pesos en un año.

Ante tal situación, el gobierno entrante trabajó para implementar recortes drásticos necesarios en diversos rubros, así como buscan más ingresos.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público reveló que en los primeros cuatro meses  de 2024, el déficit era de 351 mil 249 millones de pesos, pero en el mismo período de este 2025, fue menos de la mitad: 137 mil 298 millones; una disminución del 62.3%.

Este ajuste es explicado por dos cosas: el recorte en el gasto público y un incremento en los ingresos gubernamentales.

Además, el gasto programable del sector público disminuyó un 7.6% real, representando una reducción de 89 mil 111 millones de pesos. Paralelamente, los ingresos aumentaron en 274 mil 521 millones.

Hubo sectores más afectados que otros, como la inversión pública, así como el de "subsidios, transferencias y aportaciones", donde están varios programas sociales.

No obstante, hay zonas "intocables" como el gasto en pensiones y jubilaciones, que por ley son inamovibles. Además, este gasto es casi el mismo el que se utiliza para pagar los salarios de los trabajadores activos del Gobierno Federal. 

Quintana resume: "La estrategia del gobierno está clara: aplicar rigurosos recortes al gasto discrecional, aquel sobre el que tiene control directo, al tiempo que mejora sustancialmente la acumulación mediante una administración tributaria más eficiente".