Lo más importante es la persona: Estrada por críticas a Ley Silla

El diputado local Cuauhtémoc Estrada Sotelo, coordinador del Grupo Parlamentario de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), defendió lo establecido por la denominada Ley Silla, reforma a la Ley Federal del Trabajo que obliga a las empresas a otorgar acceso a sillas o descansos periódicos a quienes desempeñen sus labores de pie.
Por: Rubén Eduardo Silva Lara 18 Junio 2025 12:23
Mientras que representantes del gremio empresarial en México han criticado la Ley por su presunta afectación a los niveles de productividad, a la ganancia, el legislador refirió que la iniciativa, aprobada por unanimidad en el Senado de la República en diciembre de 2024, surgió como una medida para velar por la salud de quienes trabajan erguidos durante largos períodos.
«Hay un precedente de que los trabajadores que están parados siete, ocho horas tienen consecuencias en su salud, en su cuerpo. Entonces yo siempre me pronunciaré a favor del bienestar de esas personas, aun cuando ello puede implicar el que el nivel de producción no sea al 100%», argumentó.
Sin embargo hizo énfasis en que a partir de este martes 17 de junio, día en que entró en vigor la Ley Silla, existe un período de 30 días en que el Poder Legislativo deberá establecer la norma oficial y, por consiguiente, los establecimientos en donde serán aplicables las disposiciones, pues —señaló— algunos en su propia naturaleza requieren que los empleados caminen de un lugar a otro.
Y mencionó: «En el proceso de producción hay una serie de elementos, todos importantes, pero sin duda la persona me parece que es el elemento más importante. Lo digo con respeto y con seriedad en ese sentido. En estos tiempos, cuando escucho opiniones en el sentido de “¿qué es lo más importante en esto: si voy a producir un peso más o si está en juego la salud y el bienestar de la persona que me ayuda a producir eso?”. Digo, pues es la persona».
La reforma modificó los artículos 132, 133, 422 y 423 de la Ley Federal del Trabajo, los cuales imponen a los empleadores la obligación de proveer un número suficiente de sillas con respaldo para que los trabajadores puedan utilizarlas durante la ejecución de sus funciones o para descansos periódicos —mismos que se han vuelto un derecho.
Establece también la instalación de asientos en áreas designadas para el descanso y la prohibición de permanecer en todo el tiempo.