Doblete de Brian Rubio condena a Bravos a pagar multa tras derrota

Una tuvieron ...Una convirtieron 

Los Bravos de Ciudad Juárez arrancaron el encuentro con el cuchillo entre los dientes y mostraron una cara muy similar al juego contra Toluca. Controlaban el ritmo y la posesión de la pelota en los primeros cinco minutos de partido. 

A los diez minutos de juego ya era notorio que a los de Ferretti les gustaba usar las bandas para llegar al arco defendido por Nikolás Vikonis. Del otro lado de la cancha, Juárez no era elegante, pero la línea comandada por Alejandro Arribas hacía el trabajo y sofocaba el poco peligro de los mazatlecos. 

Flavio Santos corría la milla por la banda de la derecha al cuarto de hora, no obstante, el marcaje morado era pegajoso y costaba trabajo avanzar; pese al aparente dominio de la escuadra fronteriza, Brian Rubio hizo enmudecer al respetable con un madruguete en el contragolpe poniendo el primero en el luminoso para los visitantes. 

A los 25 Marco Fabián ya calificaba para convertirse en el mártir futbolístico del pacifico mexicano, no había balón que tocara que no fuera acompañado por música de viento y abucheo del graderío juarense. Marco, fiel a su estilo, hizo caso omiso. 

El equipo visitante tuvo sus oportunidades para pisar terreno enemigo, sin embargo, generaban poco peligro; una tuvieron y una convirtieron. 

Caballos y Cañoneros se fueron a las regaderas con el marcador 0-1 y los de casa ya sentían al fantasma de la multa respiradores en el cuello. 

Abran la cartera 

Francisco Contreras le dijo adiós a la cancha antes de comenzar la segunda mitad y en su lugar pisó el césped del San Benito Diego Rolán, Maxi Silvera, que anduvo corto de tino también fue sustituido Dario Lezcano. 

Estos no habían tocado la pelota cuando en el área ya se había hecho bolas la zaga brava y le dejaron la pelota suelta a Brian Rubio. El 23 cañonero la agarró al vuelo y puso el segundo en el marcador. 

Cerca de la hora de partido, el graderío del Benito Juárez no dejaba en paz a Fabián y los gritos de “borracho”  no cesaban cuando este tocaba la pelota. Había que sacar en algún lado la frustración y la frontera más fabulosa y bella del mundo ya había  encontrado con quien. Diego Rolán tuvo la más clara segundos después con un cabezazo de cara a la portería vacía, pero un certero testarazo de la defensa mazatleca evitó el gol. 

Era evidente que los cambios a la ofensiva ayudaron a la labores de la escuadra blanca, no obstante, en el último tercio el caballo se volvía temeroso y terminaban por equivocarse en la conducción con el arco de frente. 

Pese a la pesada losa, los de Ricardo Ferretti siguieron buscando llegar en ataque, sin embargo, la desesperación y la falta de recurso se apoderó de los locales durante los últimos diez minutos de partido. 

Oscar Mejía hizo sonar su silbato al 90 más propina y Bravos ya conocía el destino y conocía el número. Era el último de la porcentual y el monto a pagar por “descender” era 80 millones de pesos.