Falló la prevención: ignoraron alertas climáticas en L.A. y Texas

Las inundaciones que hasta el momento han causado la muerte de más de 100 personas y los incendios forestales de Los Ángeles, que registraron 30 muertes el pasado enero, además de la destrucción de más de 15,000 hogares y negocios, evidencian la dificultad que tienen las autoridades para prepararse ante condiciones climáticas extremas - incluso cuando tiene la información de una posible catástrofe de antemano.

En ambos casos, el Servicio Meteorológico Nacional emitió advertencias claras sobre eventos climáticos potencialmente mortales; en Los Ángeles - las advertencias se emitieron días antes de que vientos fuertes de hasta 160 km/h, azotarán una región que ya sufría un otoño seco récord, situación que hacía la zona propensa a incendios espontáneos.. Incluso en Texas - un día antes de que las catastróficas inundaciones sacudieran el condado de Kerr, las autoridades estatales, reiteraron las advertencias del servicio meteorológico “se anticipan fuertes lluvias con el potencial de causar inundaciones repentinas en el oeste de Texas y la región montañosa”. 

Lamentablemente, por diversas razones, esas advertencias no llegaron con la máxima urgencia a las distintas agencias locales.