Prohíbe SEP contratar maestros con antecedente de violencia a la mujer

El documento fue firmado por Mario Delgado, titular de la SEP, y se titula: Acuerdo por el que se emiten los Lineamientos para la prevención primaria, atención (detección, intervención, notificación, canalización y seguimiento) y medidas de no repetición (prevención secundaria) para la erradicación de la Violencia Sexual en Educación Básica”.

Como suele suceder con este tipo de órdenes oficiales, aparece una serie de antecedentes considerando las leyes y normativas en las que está basado, y en una de las disposiciones menciona la prohibición de contratar personas con antecedentes en violencia hacia las mujeres.

Así lo prohíbe:

El párrafo 12 de las consideraciones dice:

“Que la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia (...) faculta a la Secretaría de Educación Pública” (...) a “establecer como un requisito de contratación a todo el personal de no contar con algún antecedente de violencia contra las mujeres”, entre otras especificaciones que debe cumplir.

El mismo punto describe que deben detectar la violencia a las mujeres en los centros educativos; capacitar a los docentes en derechos humanos de mujeres y niñas; y aplicar programas que ayuden a combatir el problema.

El documento contiene una serie de lineamientos pero sin entrar en especificaciones. Se centra en la “violencia sexual” en la educación básica (preescolar a secundaria) y ordena a las autoridades estatales, municipales y educativas a establecer protocolos para combatir el problema.

Con base en lo expuesto, la SEP prohíbe la contratación de personas con antecedentes de violencia a las mujeres y corresponde a las demás autoridades estatales y municipales, así como a las  estructuras educativas y las direcciones de escuelas mismas diseñar protocolos para cumplir con esta restricción.

En el caso de Chihuahua, la Secretaría de Educación y Deporte (SEyD) ya cuenta con un protocolo de prevención y atención a todo tipo de violencias, tanto en contra de los niños como de las mujeres.

De modo que el siguiente paso sería adaptar el modelo que tienen de prevención y atención a lo que exige ahora la SEP.