La historia de Roberto es un crudo recordatorio de los desafíos que enfrentan las personas indocumentadas dentro de su propio país. Durante casi 35 años, este juarense ha vivido sin una identidad legal, lo que le impidió acceder a derechos básicos y oportunidades que la mayoría de los ciudadanos dan por sentadas.

Sin un acta de nacimiento, Roberto no pudo encontrar un trabajo formal con prestaciones de ley, ni cursar estudios de manera ordinaria, y mucho menos contar con un servicio de salud digno.

Su única actividad reconocida formalmente era la lucha libre, una pasión que, irónicamente, le proporcionaba un gafete con un nombre para sortear algunas situaciones.

La luz al final del túnel apareció cuando Roberto se acercó al Consejo Estatal de Población (Coespo) en busca de ayuda para tramitar su registro extemporáneo. Allí, sus súplicas fueron escuchadas y se inició un proceso meticuloso. Tras exponer su compleja situación, Roberto recibió asesoría crucial por parte de la Defensoría Pública del Poder Judicial del Estado, lo que fue fundamental para obtener la sentencia judicial necesaria para su registro.

Ahora, con su flamante acta de nacimiento en mano, Roberto Fabián Alvarado Martínez puede mirar hacia un futuro con nuevas posibilidades. Este documento esencial le permitirá tramitar otros documentos oficiales de identidad, como su credencial de elector, y lo más importante, acceder a servicios fundamentales ofrecidos por el Gobierno del Estado, incluyendo Medichihuahua, un servicio de salud de alta calidad.

Además de los beneficios tangibles, esta nueva identidad legal le otorga a Roberto la capacidad de ejercer plenamente sus derechos ciudadanos, incluyendo el derecho al voto.